Chaque tiene spoiler
Kate no será una peli original ni una gran peli. Pero ella sin duda es asombrosa. Mary Elizabeth Winstead —sea dicho— es difícil de olvidar. Y no lo digo porque sólo la vi protagonizar Kate, digo que ella misma actriz, es, genuinamente: difícil de olvidar. Abro paréntesis. Ver Smashed (2012), Faults (2014), 10 Cloverfield Lane, All About Nina (2018). Cierro paréntesis.
Ya sabemos que Kate es una súper producción de Netflix y que la comparan con John Wick, con Ava, con Gemini Man —en la cual MEW compartió protagónico con Will Smith—, y hasta han aseverado que tiene un aire estilo ciberpunk. Es mucho pero puede ser.
Por supuesto que podemos sumar a la lista de analogías el guiño a Nikita (1990) de Luc Besson; el arma descargada intencionalmente por su mentor en el momento que debe usarla para asesinar a su objetivo, a modo de “prueba final” para convertirte en asesina profesional.
También tiene, creo, su ida y vuelta con Atomic Blond (2017) de David Leitch. Cuando a pocos días de la caída del Muro de Berlín en 1989, una letal agente de inteligencia asesina a cientos de mercenarios rusos para recuperar un documento de microfilm que contiene los nombres de todos los espías juntos de la KGB y la CIA, cambia el rumbo de la historia. Una audacia sólo capaz de ser acometida por una heroína como Charlie Theron.
El director y artista en efectos visuales Cedric Nicolas-Troyan —nominado al Oscar en esa categoría en 2012 por Snow White and the Huntsman— consiguió montar una potente y entretenida cinta de acción y suspenso y venganza y mafias Yakuza, ambientada en la siempre futurista y magenta ciudad de Tokio.
Ahora bien, el gran acierto de Kate, no caben dudas, es MEW. Claro que Miku Martineau y el siempre efectivo Woody Harrelson hacen su parte. Pero es ella ¡got damn!, es MEW quien a pesar de haber sido envenenada con Polonio-204 zigzaguea más de media película toda moribunda casi zombi aplicándose dosis inyectable de adrenalina en el muslo mientras masacra brutalmente a cientos de asesinos entrenados de la mafia japonesa. Es lo más.
Está claro que soy apologista de MEW. Por eso creo que Kate no es una película genial pero ciertamente lo es por ella. Netflix debería estar pensando ya en una segunda y una tercera entrega. Hay que ver nomás cómo remontan el final, porque si estás envenenada con Polonio-204, está complicado.
Kate es sin duda una película consagratoria para MEW. Pueden odiar la película por una, dos o tres repeticiones, pero vamos, esto es cierto: la espectacular rockeada de MEW hará difícil que puedas olvidarla. El fandom, además, pide desesperadamente el reinicio de la saga Alien, y la teniente Ellen Louise Ripley ya tiene nueva intérprete.




































