Dónde está la sangre
que brotó cuando el corte limpio
Y las huellas del verdugo
que implacable
destapó el cráneo
con un solo movimiento
Dónde la inenarrable odisea
del pensamiento,
abandonar
su posición fetal
para siempre
en busca de otro alimento.
Están en ese abejorro
de aletear insoportable
En las ramitas florecidas
tan en el borde del marco
En los filetes mustios
de la calesita perdida de la infancia
En el vetusto desván
donde el barquito de papel
intenta en vano alcanzar la ola
Esos ojos cansados,
incrédulos,
hartos
pero abiertos, ay!
pueden posarse con
la impunidad de los muertos
en insospechados penachos de pavo real
en coronas imposibles de mariposas blancas,
en hermosos e inútiles sombreros de remolachas
en frescos turbantes de lirios.
Las cabezas huecas,
las de grandes ojos abiertos
son excelentes anfitrionas de
exóticos pájaros con sus nidos
y ranas cotidianas con sus huevos.
Pueden convertirse en pecera y pez,
en rueca e hilo,
en bolillero multicolor,
si se lo piden.
Pero cuidado con ellas…
Quienes saben
de sus desvelos cuentan
que suelen soñar
con un árbol
de grandes raíces
y el despertar liviano
de millones de libélulas.
FICHA TÉCNICA
Proyecto artístico basado en la obra de la artista plástica Yasí Ávalos
Texto Nidia Bibiana Piñeyro
Diseño escenográfico, estético y producción general Victoria Martínez Zurbano
Voz, dirección de puesta y diseño de sonido Ulises Camargo
Actriz performática Evelyn Schvemler
Técnico de sonido Gori Leva