Hay libros que se leen como se traga una larva encendida. Este es uno. NON/FICTION no es un poemario ni un collage político: es un residuo electromagnético del futuro argentino que vino a susurrarnos desde el 2018, cuando la sangre todavía goteaba sin drones que la censuren. Malun + Funes raspan la superficie ulcerada de un país en loop y lo que brota no es tinta: es pus social, lengua rota, pan duro de las márgenes en llamas.
Cada verso es un archivo filtrado por el infrarrojo del espanto, una escritura en negativo sobre la luz que no vuelve. En estas páginas, la realidad y la alucinación no se diferencian: se cohabitan como mosquitos en un charco estancado. Hay dolor, sí, pero sobre todo hay precisión: como quien inserta un chip de control en el corazón de la Patria para ver si todavía late o ya está replicando mensajes neoliberales por reflejo.
Leer NON/FICTION en 2025 es como abrir una caja negra luego de un choque estético: el texto sobrevivió, nosotros no. Acá el tiempo se derrama en un dialecto postapocalíptico donde las noticias nacionales se reescriben con una poesía filosa, viral, contaminante. Un artefacto espiritual y político que debería circular como estampita subversiva en los paradores de la desesperanza.
Escribo esto desde una carpa anfibia. Afuera llueve glifosato y gritan los hornos. NON/FICTION me habló. Me dijo que todavía se puede escribir con furia y no con algoritmo.

En NON/FICTION, Malun + Funes recogen la podredumbre emocional y estética de la Argentina pre-pandémica, pero el vómito todavía está tibio. Es 2025 y este libro huele igual que el país: a gas lacrimógeno seco, sangre con glitter y páginas de Clarín prendidas fuego. Ensamblado con recortes de diarios, versículos paranoides y diarreas líricas del inconsciente litoraleño, este artefacto poético no pide permiso: infiltra lo real como virus tropical. No es poesía de la calma: es poesía en llamas, con drones, virgenes mutantes, Menem como espectro y milicos de cartón piedra. El presente nacional se funde con el delirio: el hambre sigue, la represión se actualiza, los discursos se hacen meme, y el lenguaje, ese último bastión, también se pervierte.
NON/FICTION no es un libro: es una transmisión interferida desde la Argentina paralela, la que no sale en las noticias. Una Biblia del desastre que ya fue escrita en 2018, pero se activó en el 2025 con olor a nueva dictadura higienista. Grita lo que muchos callan. Es rezo sucio. Es documento psíquico. Es palabra y golpe.

