Fallos: la inconsistencia de un dogma inhumano

¿Pero cómo? ¿No era, acaso, que el mercado se auto-regulaba? ¿No era, acaso, el Mercado, ese bucólico y benéfico “mecanismo de cooperación social donde se intercambian voluntariamente derechos de propiedad”? ¿No eran preferibles los Monopolios, acaso, antes que la nociva intervención estatal?