Por Dylana Davilon Cuando descubrí por pura casualidad que era exactamente igual a la actriz sueca Greta Garbo —más parecida, eso sí, a la Garbo de los años del cine mudo— salí corriendo a contárselo a papá. Pude habérselo dicho a mamá, a mi hermano Fausto o a mi prima Julieta. O pude haber recurrido…